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Qué es y qué hay dentro de un agujero negro

El pasado 10 de abril pudimos ver por primera vez la imagen de un agujero negro. Este hecho marcó un antes y un después para la ciencia. Esta región estaba siendo estudiada desde 1784.

El científico John Michell advirtió de la existencia de “estrellas más masivas que el Sol con velocidades de escape mayores a la velocidad de la luz”. En un principió las denominó estrellas oscuras.

Como todo lo que es desconocido, este tipo de existencias ha generado argumentos en muchas películas, libros y series. Más cercano a una invención de la literatura o el cine, los agujeros negros son, sin lugar a duda, un elemento de lo más científico.

En ellos destaca el horizonte de sucesos. Se trata de la última frontera donde la nada puede escapar. De lo contrario, la gravitación de los agujeros negros se la tragaría por completo. Según el científico Hawking: “Un agujero negro tiene una frontera llamada horizonte de sucesos.

Es donde la gravedad se hace lo suficientemente intensa para evitar que escape. Como nada puede viajar más rápido que la luz, todo lo demás también será arrastrado hacia atrás”.

Primera fotografía de un Agujero Negro.
Primera fotografía de un Agujero Negro.

Según el científico, caer en este horizonte de sucesos podría equipararse a pasar por las Cataratas del Niágara en canoa.

Si estuviéramos encima de ellas, escapar remando muy rápido sería posible. Sin embargo, cuando nos encontramos en el borde no hay posibilidad alguna. Una vez que nos acercamos a él, las cataratas van mucho más rápido. El agua ejerce mucha más fuerza sobre la poa y popa y por tanto es posible que se nos parta.

Algo parecido ocurriría en los agujeros negros. La gravedad tiraría tan fuerte de los pies y cabeza conforme más nos acercáramos al agujero. Éste nos estiraría de forma longitudinal y nos aplastaría lateralmente.

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