Para maquillarse es importante contar con talento. No todas las mujeres sabemos aplicar cada producto y en qué orden corresponde aplicarlo.
En todo caso, para lucir una piel perfectamente maquillada tenemos que iniciar con un ritual de limpieza y posteriormente corresponde aplicar una crema para el día o hidratante con protección solar.
Después de la crema debes aplicar un buen corrector, ya que será esencial para cubrir imperfecciones y la verdad es que todas tenemos algún detalle que ocultar.
Seguidamente podremos aplicar en el rostro tanto la base como el polvo suelto en ese orden precisamente y continuar con los aspectos adicionales como el rímel, el blush o rubor y finalmente el labial.
¿Cómo colocarse la base?
Una buena base para el rostro tiene que tener características importantes: buena cobertura, un acabado mate y por supuesto que sea del tono adecuado para tu tipo y tono de piel.
La base debe tener el mismo tono de tu piel sin difuminar. Al dar con la base que cumple con estas características los pasos para colocarla en tu rostro son los siguientes:
- Aplicar unos toques de la base con una brocha específica para esto, una esponja o con el dedo anular por cada zona de tu rostro: frente, zona T, nariz, mejillas, barbilla, cuello y escote.
- Extiéndelo hacia afuera del rostro desde el centro hacia el nacimiento del cabello.
- Difumina con toques suaves en toda la piel del rostro y cuello en lugar de frotar o restregar.
Es importante destacar que si deseas obtener una mayor cobertura, la esponja será ideal cuando desees una cobertura ligera puedes aplicarla con tus dedos o con una brocha.
¿Cómo aplicar el polvo?
Tras aplicar la base por todo el rostro es importante sellar o fijar tanto el corrector que colocaste inicialmente como la base por medio del polvo suelto a fin de lograr un acabado y aspecto impecable.
El polvo suelto es mate y translúcido, por lo que evita que la base o el corrector se corran y que se note el efecto aceitoso que comúnmente poseen las bases. Brinda una terminación sutil y no altera el color de la piel.
En todo caso, el polvo corrige las imperfecciones de tonos o algún detalle que el corrector que colocaste inicialmente no pudo cubrir.
Al aplicar el polvo suelto después de la base, el rostro tendrá inmediatamente un tono mate; la función principal del polvo suelto es que el maquillaje perdure por muchas horas sin tener que hacer retoques constantes.
Es posible que solo retocando una o dos veces al día con polvo suelto sea suficiente para mantener un acabado mate por más tiempo.
Aunque dependiendo del tipo de piel la cantidad de polvo suelto que apliques tendrá que ser mayor o menor, por ejemplo, un exceso de polvo suelto en una piel mixta o normal podrá darle un aspecto envejecido a tu piel.
Por el contrario, si tu piel es grasa y aplicas muy poca cantidad de polvo o simplemente te lo colocas una vez al día sin retoques parecerá que nunca lo colocaste inicialmente.
No debes pasar por alto que para colocarte el polvo debes contar con una brocha gruesa y suave o de cerdas finas para un acabado ligero.
Los pasos para aplicarlo sobre el rostro, cuello y escote son los siguientes:
- Remojar la brocha con el polvo suelto y sacudirla ligeramente para retirar el exceso.
- Esparcir solo en el centro de la frente, la nariz y en el medio de la barbilla con ligeros toques para que sea uniforme, no intentes frotarlo o restregarlo.
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